NO LOGO: LAS MARCAS Y LA ENSEÑANZA – NAOMI KLEIN
Comentario por Angel Fernández Moralejo
“ El sistema democrático de educación, es una de las mejores maneras de crear y expandir los mercados de artículos de toda clase, y especialmente, de los que pueden ser influidos por las modas ”. Con esta frase del expublicitario James Rorty comienza el capítulo 4 de las marcas y la enseñanza y creo que es la mejor para iniciar un comentario sobre este artículo de Naomi Klein porque resume en cierto modo, de lo que va a tratar este tema.
Es evidente que en la realidad actual en la que vivimos la publicidad y las marcas están presentes en todo cuanto nos rodea. Y es mas evidente que es una sociedad de consumo, creada por el sistema capitalista para producir mucho y consumir sin parar, enriqueciéndose unos pocos. Y aunque somos conscientes, el hombre es ambicioso. La publicidad y las marcas se aprovechan a través de los medios para difundir sus productos mientras que nosotros ambicionamos esos productos y, una vez cubiertas nuestras necesidades primarias, accedemos a ellos. La publicidad nos hace desear coches y ropas caras; para ello tenemos empleos que odiamos para comprar mierda que no necesitamos. Hay toda una generación trabajando en gasolineras, sirviendo mesas, o siendo esclavos oficinistas solo porque la publicidad mueve el deseo de comprar y para ello hay que tener dinero.
En la actualidad, por lo general nuestras necesidades básicas están cubiertas. Hemos nacido en una época de estabilidad económica. No hemos sufrido una guerra, ni una depresión. Vivimos en la sociedad del bienestar y aunque parece bueno y nadie lo cambiaría, tiene su lado negativo, sus consecuencias. Hace ya algunas generaciones que crecemos con la televisión, “la caja tonta”, que nos hace creer que algún día seremos millonarios, dioses del cine, o estrellas del rock. Pero no lo seremos, y poco a poco lo entendemos, lo que hace que estemos muy cabreados. Y para evitar la frustración, intentamos parecernos a esa gente que nos gustaría ser en vez de preocuparnos por ser quien somos. Y es así como las grandes empresas multinacionales hacen su negocio, sin importar las consecuencias o la repercusión que a largo plazo pueden tener en la sociedad. Las grandes empresas saben perfectamente cómo hacer una publicidad que promocione bien sus productos y la gente los compre. Saben perfectamente quienes son sus clientes mas influyentes y como pueden llegar hasta ellos. Y en muchas ocasiones son los niños.
Así, de vez en cuando, se ven anuncios de los grandes ídolos de la televisión patrocinando marcas de todo tipo. Los que queremos parecernos a ellos porque nunca llegaremos a ser así, compramos el producto. Así, se forran los artistas, pero más las empresas que están detrás.
Por ejemplo: Cristiano Ronaldo, ídolo actual de masas, hace un anuncio de calzoncillos que promociona con su cuerpo perfecto, sus músculos y su cara “guapa”. Consecuencia: nos compramos esos calzoncillos, para ver si nos parecemos un poco.
Otro ejemplo: el mismo tipo calza cada temporada un diseño nuevo de botas de fútbol. Consecuencia: vas a un partido de chavales de cualquier barrio y la mitad tiene esas mismas botas.
Otro ejemplo: Rafael Nadal, el número 1 y rey actual del tenis, cada torneo que juega utiliza un nuevo diseño de ropa Nike y que luce en cada partido. Consecuencia: los niños compran el producto para parecerse al increíble Rafa.
Estas empresas ganan millones cada semana. Esa es la razón por la que se hace publicidad. Es la razón de tantos estudios que se hacen en los colegios. El dinero manda. Es la sociedad capitalista del bienestar. En la sociedad del bienestar lo mas importante es hacer dinero. Por ello los colegios ceden ante las presiones que las marcas y las empresas hacen sobre ellos. Primero la marca hace un estudio. Cuando se da cuenta que si entre los niños se pone de moda su producto se forran, acceden sin miedo a pagar al colegio una suma de dinero porque lleve productos de su marca. Y los colegios, que están manejados por seres humanos y como seres humanos son ambiciosos, le hacen un guió a la empresa. Así se implantan en el colegio de un año para otro uniforme escolar de una marca determinada, material escolar de la misma marca y comida escolar con bandeja, platos y cubiertos de la misma marca. Sorprendentemente ese mismo año el director y algún profesor se compran un mercedes, un chalet en la playa y hacen reformas en el colegio para que no cante su situación.
Mi opinión final es que creo que las grandes empresas se aprovechan de la inocencia de los más pequeños para presionar a los padres a que les compren juguetes, ropa,... Y aunque es evidente que los niños van a recibir los mensajes publicitarios de una forma u otra porque la publicidad está metida en cualquier sitio, es muy triste que en los colegios se ceda a los chantajes de las grandes empresas por cuestión de dinero. Cuando se lleva a los niños al colegio no es para recibir publicidad, sino es una cuestión de educación. La legislación debería ser bastante mas severa en todo lo referente a publicidad para menores, porque hay acciones como las que se narran en este capítulo 4 de Naomi Klein, que son intolerables.
No hay comentarios:
Publicar un comentario